Respirar dos horas el aire contaminado de las ciudades eleva significativamente el riesgo cardiovascular y ocasiona serios daños a los vasos sanguíneos. Esta premisa es respaldada por una investigación realizada en la Universidad de Atenas en Grecia.
“Después de dos horas de respirar aire contaminado, los participantes del estudio mostraron los primeros pasos de la enfermedad cardiovascular y los efectos duraron 24 horas. Incluso manteniendo los niveles de contaminación bajo límites seguros en el experimento, los efectos pueden ser devastadores para la salud cuando se repiten con frecuencia, como ocurre en los habitantes de las ciudades”, explica el investigador Dimitris Tousoulis en European Journal of Preventive Cardiology.
Los hallazgos de este estudio fueron publicados en European Journal of Preventive Cardiology. Según los autores, con este estudio se buscaba entender cómo los niveles de contaminación de una ciudad que provienen del diésel aumenta el riesgo de daño cardíaco.
Los investigadores evidenciaron los efectos negativos que respirar los niveles de diésel por un corto periodo de tiempo traía consigo graves consecuencias a la salud cardiovascular.
Para conocer los hallazgos se analizó a un grupo de personas durante cuatro semanas y se evidenció repercusión de la función y flexibilidad de los vasos sanguíneos.
“Evaluamos los pasos clave detrás del proceso de bloqueo de los vasos sanguíneos y, eventualmente, la causa de un ataque al corazón o un derrame cerebral. Y los resultados son claros: la exposición a corto plazo a los gases del diésel impacta simultáneamente en estas etapas, con efectos duraderos”, apunta Tousoulis.
Igualmente, el investigador afirma que la exposición a la contaminación en mayor medida eleva significativamente el riesgo cardíaco. Algunos de los lugares que más elevan estas anomalías son: túneles de carretera, garajes cerrados y en grandes autopistas, y para algunas personas de por vida.
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