Muchas complicaciones en la salud se ven relacionadas con la falta de actividad física y con el hecho de permanecer la mayor parte del tempo sentados o en una misma posición.
Las enfermedades cardiovasculares además parecen relacionarse con los trabajos que implican permanecer todo el día sentado en la oficina.
Cientos de estudios muestran que a menor movimiento del cuerpo, más alta es la posibilidad de desarrollar enfermedades como la obesidad que puede desencadenar una enfermedad cardiovascular.
Sin embargo, para sorpresa de muchos, los trabajos que requieren que las personas permanezcan de pie, tienen altas probabilidades de sufrir una insuficiencia cardíaca
Por este motivo se hace necesario prestar atención a la realización de ciertas labores, cuidando no trabajar de pie de forma prolongada.
Tras varios estudios de afección en los que se analizaba el trabajo en diferentes áreas se logró concluir que el riesgo de enfermedad cardíaca fue mayor entre las personas cuyos empleos exigían estar la mayor parte del tiempo de pie, en un porcentaje de
De hecho, después de analizar factores personales como edad, género, educación, otras enfermedades, estados de ánimo, consumo de alcohol, ejercicio, etc. el riesgo de enfermedad cardíaca seguía siendo dos veces mayor en las personas que trabajaban de pie.
Lo más recomendable entonces resulta ser una combinación entre estar sentado, de pie y moverse en el trabajo, siendo esta tal vez la opción más beneficiosa para la salud.
Las enfermedades cardiovasculares que incluyen las enfermedades coronarias, hipertensión y enfermedades cerebrovasculares (derrames cerebrales), son la causa de muerte más frecuente en todos los países desarrollados, incluyendo a Puerto Rico. En las últimas décadas y gracias a los avances en la detección temprana, el desarrollo de medicamentos y técnicas invasivas y quirúrgicas para tratar estas condiciones, hemos visto una disminución significativa en las estadísticas. Sabemos que existen condiciones llamadas factores de riesgo, que exponen al paciente en mayor riesgo cardiovascular. Entre los más importantes se incluye la alta presión, el colesterol elevado, la diabetes, la obesidad y el hábito de fumar. En Puerto Rico, desafortunadamente la incidencia de estas condiciones es extremadamente alta, de acuerdo a las estadísticas del CDC para el 2015.
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