Un estudio realizado por investigadores estadounidenses evidenció que las personas que viven en lugares más verdes gozan de mejor salud cardiovascular. Esto se debe a que no tienen altos niveles de estrés, las arterias se encuentran más limpias y los vasos sanguíneos están más fortalecidos. Además, tienen menor riesgo de sufrir infartos y accidentes cerebrovasculares.
La investigación fue liderada por un grupo de investigadores de la Universidad de Louisville en Estados Unidos. Para conocer los resultados antes mencionados, recurrieron al análisis de los generadores de estrés en el ser humano y los biomarcadores de algunas enfermedades cardiovasculares.
Posteriormente, se realizaron algunos exámenes de sangre y pruebas de orina a 408 pacientes de un centro médico en Louisville. Después, se estudió una información entregada por la NASA y el Servicio Geológico de Estados Unidos. Allí, se analizó el estado de zonas verdes en las que vivían las comunidades mencionadas.
Uno de los hallazgos de este proyecto, fue que las personas que se encontraban en lugares urbanos y con menos exposición a la vegetación y a los espacios verdes, tenían mayor riesgo cardiovascular. En comparación con las personas que vivían en lugares, ellos tenían niveles urinarios más bajos de la hormona epinefrina, lo que indica niveles más bajos de estrés. De igual forma, contaban con una reducción en los niveles de F2-isoprostano, un oxidativo que aumenta el estrés; asimismo, se evidenció que estas personas tenían mayor capacidad sanguínea fortaleciendo los vasos que transportan la sangre.
Aruni Bhatnagar, autor del proyecto afirmó en Europa Press que:
“Tanto la magnitud del efecto como la omnipresencia de la influencia de la vegetación en la salud son sorprendentes. Si los resultados de este estudio se confirman, significaría que las interacciones frecuentes con la naturaleza pueden ser una forma de disminuir el riesgo de enfermedad cardíaca”.
Las personas que se sometieron a este análisis tenían edades entre 49 y 51 años, casi todos padecían hipertensión, colesterol alto y sobrepeso. El estudio también evidenció que la conexión entre zonas verdes residenciales y un menor nivel de ciertos marcadores de problemas cardíacos se mantuvo incluso después de que explicaran otros factores que pueden influir en el riesgo de enfermedades cardíacas como la edad, el sexo o el origen étnico.
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