Nuevo estudio establece la relación entre las condiciones climáticas (frío) y el aumento del riesgo cardiovascular.
El más reciente estudio publicado por JAMA Cardiol, ha demostrado que los factores como las temperaturas bajas, baja presión atmosférica, alta velocidad del viento y duración de luz solar, incide en el aumento de infarto de miocardio (IM).
De acuerdo con la Fundación Española del Corazón, las bajas temperaturas están relacionadas con el aumento de la hormona catecolamina, la cual es responsable del incremento de la frecuencia cardíaca y por ende del gasto cardíaco.
Del mismo modo, los investigadores afirman en su estudio que:
“La vasoconstricción coronaria debida al frío podría alterar la tensión de cizallamiento de la pared arterial y posiblemente inducir una fractura de placa, pero también podría en teoría asociarse con un infarto de tipo 2, es decir, un IM secundario a isquemia debido a la disminución del suministro de oxígeno”.
Según los datos revelados por el estudio, aunque los betabloqueadores y la aspirina podrían reducir los efectos vasodilataodores del frío, con lo resultados obtenidos no se identificó un impacto significativo de estos fármacos en el desarrollo de complicaciones cardiovasculares.
Además del clima, los investigadores analizaron otros factores de riesgo que aumentan con las bajas temperaturas, entre ellos, la influenza
Otro de los factores que se relacionan con el clima frío y que afectan la salud cardiovascular son la baja actividad física, los cambios nutricionales y la depresión. Asimismo, se menciona que los bajos niveles de vitamina D producto de la poca radiación solar se vería involucrada en el desarrollo de un infarto.
Ante los resultados obtenidos, se recomienda que a través del cambio de estaciones los pacientes deben tomar más precauciones con el fin de cuidar su sistema respiratorio y por ende las posibles consecuencias en el funcionamiento del corazón.
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